Quien posee el amor de Dios, encuentra en ello tanta alegría que cualquier amargura se transforma en dulzura, y todo gran peso se vuelve ligero. No hay de qué sorprenderse porque, viviendo en la caridad, se vive en Dios. Aun enfermos, indigentes, afligidos, atribulados, perseguidos, nosotros estamos alegres. Aun cuando todas las lenguas que hablan mal nos criticasen, no nos importaría, ya que de todo nos alegramos y disfrutamos, porque vivimos en Dios, nuestro reposo, y gustamos la leche de su amor. Debes, entonces, transformarte en amor, mirando al amor de Dios, que tanto te ha amado, no porque tuviera ninguna obligación para contigo, sino por pura donación, empujado sólo por su inefable amor.
Pero escribí «Felices fiestas a todos», mientras me reía y estaba de buen humor. Todas las letras en la cara del hombre no entraron. A lo largo de la frente escribí las palabras «Todas s», y en la nariz, desde la punta hasta el puente de la nariz, escribí «vacaciones», pero no todas las letras ingresaron estas palabras, como recuerdo que no ingresaron letras ICOM. Puse un punto al final de la palabra no escrita. Lo escribí con marcador negro. Un amigo me gusta él mi hermano mayor soñó hoy de jueves a viernes. Nos encontramos por casualidad. Caminaba con una chica, yo con un amigo.