Pero ahora es el momento de poner el punto G masculino también en el punto de mira. Aquí confluyen todas las vías nerviosas que provocan las erecciones, los orgasmos y las eyaculaciones. Cuando el líquido seminal de la próstata no se libera con regularidad, las bacterias pueden acumularse. Pero no corramos tanto todavía. Estos nervios regulan el flujo sanguíneo al pene y el orgasmo, entre otras cosas. Masajea suavemente su próstata para que se acostumbre a la sensación. Recuerda que las terminaciones nerviosas son supersensibles, así que ten cuidado al principio. Aplica siempre lubricante si es necesario.
Muchas parejas heterosexuales disfrutan con la penetración anal e incluso en algunos casos, es la mujer quien juega el papel dominante. Para los iniciados todo inicia una tarde de compras, ellos suelen elegir el grosor y ellas, el color del juguetito. Los heterosexuales que lo han probado y no han tenido reservas en confesarlo coinciden en que el placer es infinito.
